Valores Institucionales
La institución tiene valores, cada compañía elige algunos para reforzar, pero existen valores bomberiles básicos, que rigen para todos los integrantes.
Es la razón de ser de los Bomberos de Chile. Definida por la RAE como “Acción y efecto de servir”, servir es “Estar al servicio de alguien”. Los bomberos de Chile estamos al servicio de la comunidad toda, no importando su situación, estatus, raza, religión, sexo, ni ningún otro rasgo. El servicio es el motivo de la existencia de la institución.
“Sacrificio que alguien hace de su voluntad, de sus afectos o de sus intereses, generalmente por motivos religiosos o por altruismo”. La conducta dirigida por la voluntad hacia la entrega desinteresada.
Como decía el gran estadista, político y bombero, Enrique Mac-Iver “El Bombero sirve con abnegación y paga por servir”.
La abnegación debe ser una característica fundamental del bombero.
“Facultad de decidir y ordenar la propia conducta”.
Otra característica fundamental del bombero, sin voluntad no se puede ser bombero y sin voluntad no se puede mantener en la institución. A esta institución se ingresa con el interés de ser bombero. Pero una vez dentro nada es voluntario. Nos obligamos voluntariamente a seguir una Ética, una Doctrina y un Reglamento.
Un buen bombero no sólo expresa su voluntad en la compañía y en el cuartel, sino en su vida entera, ordenando su vida de acuerdo a un estándar de vida ordenado y serio.
Un buen bombero es un buen hijo, un buen padre, un buen amigo, un buen alumno, una persona responsable e íntegra.
“Firmeza y perseverancia del ánimo en las resoluciones y en los propósitos”. Mantener la conducta dirigida por la voluntad a través del tiempo hacia un objetivo preestablecido.
Podemos ver que la Ética Bomberil no es un listado de valores, sino una forma cohesionada de llevar adelante la vida. Quien tenga Voluntad para llevar adelante su vida con abnegación y constancia, no sólo será un buen bombero, será una persona exitosa.
“Veneración, acatamiento que se hace a alguien”. Actitud de aceptación, tolerancia y armonía en las relaciones con otro.
En esta institución hay una existencia de jerarquía por el tiempo servido dentro de ella, esto tiene dos caras; valorar al antiguo, por su experiencia, escucharlo y aprender de él; respeto a quienes se tienen bajo el mando, entregando formación ética para cumplir con el servicio.
Con mucha reiteración podremos escuchar gente que tiene una concepción errada de la disciplina.
Obedecer órdenes y someterse a la voluntad de otro, es una parte de la disciplina, muy importante, claro. De otra forma no funcionaría la jerarquía.
Pero en los bomberos nos hemos obligado voluntariamente a vivir bajo la soberanía bomberil de la disciplina de los superiores.
"La obediencia voluntaria siempre es mejor que la forzada." Jenofonte, militar griego del s. IV A.C.
“Respeto a las ideas, creencias o prácticas de los demás cuando son diferentes o contrarias a las propias”.
Un valor que permite la riqueza cultural y el mantenimiento de la institución a través del tiempo. La tolerancia es un valor que nos dejaron los fundadores; tiene que ver mucho con el inicio de la institución; en donde personas de distintas nacionalidades, religiones y clases sociales se dieron una institución común para servir.
“Claro, evidente, que se comprende sin duda ni ambigüedad”. No existen en nuestro quehacer diario objetivos ocultos o estrategias ocultas para el logro de los objetivos. El fin no justifica los medios.
Nos debemos a la comunidad y la comunidad debe saber qué hacemos.
75,9% de los chilenos piensan que Bomberos de Chile es la institución menos corrupta del país, según una encuesta de El Mercurio (2013)
Los bomberos manejan fondos públicos que destinan tanto las autoridades como la ciudadanía para mantener el servicio. Es por ello que no sólo debemos ser honestos en su uso, sino transparentes en la información de ésta. Y en general en todos los planos la transparencia siempre es un plus frente a la comunidad.
“Cumplimiento de lo que exigen las leyes de la fidelidad y las del honor y hombría de bien”.
La Lealtad se tiene en primer lugar hacia la institución y luego para con los congéneres bomberos.
A veces puede existir una lealtad mal entendida. La lealtad no puede verse como una protección u ocultamiento de errores. La lealtad hacia la institución debe procurar cuidar la imagen institucional, pero por sobre todo honrar la verdad y los valores del servicio y de la transparencia.
En esto debemos ser claros; si la lealtad obliga a ocultar errores en contra del servicio o de la transparencia institucional, no es lealtad.
“Armonía y buena correspondencia entre los compañeros”. Asociado al respeto, lealtad y tolerancia, permite fomentar la confianza entre voluntarios.
Todos los integrantes de la institución deben propender a tener una armonía y buen ambiente en el cuartel. Las diferencias de opinión deben enfrentarse de frente y en privado, en lo posible no comentarlas ni hacer parte a otros voluntarios de problemas entre dos.
Ser bombero es un trabajo muy estresante. El compañerismo y la sana convivencia deben ayudar a aligerar la carga del voluntario.
La amistad entre integrantes de la compañía puede durar toda la vida, pero no por ser amigos podemos perdonar o tratar de manera diferente a los voluntarios que no son amigos. Dentro del cuartel no hay espacio para favoritismos y predilecciones.
“Vencer obstáculos y dificultades”. El bombero debe buscar siempre la superación, sólo mediante el estudio constante y el ejercicio metódico se logra ser mejores personas y mejores voluntarios.
Quien no quiera superarse no merece ser bombero. Vestir la guerrera del bombero es un desafío de superación constante, con el fin de “servir mejor siempre”, servir (valor) mejor (superándonos día a día) siempre.
El bombero debe ser honesto, sí o sí. Primero siendo consecuente con uno mismo, junto a ello, ser consecuente con la verdad. Un bombero jamás debe mentir, ni para salvar a nadie con su mentira.
La honestidad va de la mano a la honradez los bomberos deben respetar la propiedad ajena y por supuesto valorar el patrimonio de la Institución.
“Sentimiento que nos obliga a estimar el beneficio o favor que se nos ha hecho o ha querido hacer, y a corresponder a él de alguna manera”.
La tarea del bombero es ingrata y a veces incomprendida. Esta sensación puede acentuarse si ni entre los mismos bomberos no agradecemos lo que tenemos ni a quienes estuvieron antes que nosotros, ese menosprecio o desagradecimiento produce en los bomberos, mayores, un sentimiento llamado bomberalgia neologismo que describe el alejamiento de un honorario de las actividades de la compañía por no comprender las nuevas tecnologías ni paso del tiempo, además de conocer a quienes forman a la compañía de hoy, “los jóvenes”.